Con un VPS no tendrás que preocuparte por la gestión del hardware ni por la supervisión del estado de los discos duros, la RAM o la CPU. Esta solución es adecuada para la mayoría de los usos web, en proyectos de tamaño moderado.
Un servidor dedicado es la solución ideal para aquellos usuarios que desean gestionar ellos mismos la parte de hardware, construir arquitecturas más elaboradas, crear una infraestructura que incluya una red privada o incluso desplegar soluciones complejas más allá de los servicios web.
En general, cuando la actividad web de los clientes crece, estos suelen escalar hacia soluciones de servidores dedicados y Public Cloud, ya que ofrecen infraestructuras más complejas y flexibles, capaces de adaptarse a un fuerte crecimiento.